Los efectos de los contaminantes en la estructura de la planta

La contaminación ingresa al medio ambiente desde fuentes difusas. Las causas pueden ser directas, como las emisiones de una central eléctrica que quema carbón. Otras veces, la fuente puede ser difícil de identificar, como la contaminación de fuentes no puntuales (NSP), donde puede haber varios contribuyentes que contaminan el agua de la superficie. Los contaminantes pueden ser sustancias, como pesticidas, que no ocurren naturalmente en el ambiente. Las sustancias naturales también conllevan riesgos al alterar el equilibrio químico en el aire o el agua. Un contaminante, por lo tanto, es cualquier sustancia que puede causar daño. Los efectos de los contaminantes pueden detectarse fácilmente en la estructura de la planta.

Estructura de la hoja

Los contaminantes, como el ozono a nivel del suelo, dañan físicamente las hojas al causar clorosis o un coloración anormal de las hojas, como resultado de una deficiencia de clorofila. La clorofila es vital para la fotosíntesis. Esta molécula alimenta el proceso de elaboración de alimentos al capturar la energía del sol. Sin clorofila, una planta no puede fabricar alimentos o energía. En áreas con altas concentraciones de ozono, partes de la hoja morirán como resultado de la exposición.

Floración tardía

La exposición a los gases de escape de los vehículos afecta la estructura de la planta al retrasar la floración de las plantas expuestas, como se informó en un estudio publicado en la revista "Contaminación ambiental". Una planta estresada no florecerá, sino que usará sus recursos para sobrevivir a la amenaza. El estudio también observó un aumento en la senescencia o el envejecimiento de las plantas. Debido a la concentración de emisiones, las plantas en entornos urbanos se identificaron como de mayor riesgo.

Daño de la raíz

Ya sea que la fuente sea la lluvia ácida causada por las emisiones de dióxido de azufre o el drenaje ácido de minas de minas abandonadas, los suelos ácidos crean un escenario complejo que hace que las plantas no prosperen. Las condiciones ácidas movilizan iones de aluminio, normalmente presentes en una forma no dañina en el suelo. El aluminio movilizado daña los sistemas radiculares y evita la captación de calcio. El resultado es una desaceleración general del crecimiento de las plantas debido a la falta de nutrientes. El aluminio y otros metales pesados ​​pueden afectar aún más la estructura de la planta al reducir las bacterias del suelo. Una reducción en los microorganismos del suelo evita la descomposición de la materia orgánica, lo que resulta en una reducción de los nutrientes disponibles.

Daño del estoma

Los estomas son los pequeños poros que se encuentran en las hojas. Su función es actuar como sitios de intercambio de gases entre la planta y la atmósfera. El dióxido de carbono es absorbido a través de los estomas y el oxígeno liberado durante la fotosíntesis. La contaminación tiene un impacto negativo en la estructura de esta planta al reducir el tamaño de los estomas, como se informó en un estudio de 2005 publicado en la revista "Cellular and Molecular Life Sciences". Cuando se compromete el intercambio de gases, la fotosíntesis disminuye.

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