Principios fundamentales de los modelos estratégicos y de planificación empresarial.
Durante el proceso de planificación, el propietario y el equipo de una pequeña empresa pronostican, o modelan, el futuro de la compañía en términos de las acciones estratégicas que se tomarán para alcanzar los objetivos de la compañía y los resultados financieros de esas acciones. Si bien las compañías utilizan una serie de enfoques de planificación diferentes, los modelos de los resultados futuros de una empresa se basan en unos pocos principios fundamentales.
Comenzar con una vision
El primer paso en la planificación es crear sus objetivos a largo plazo: la visión de lo que desea que su empresa logre en el futuro. La visión es crítica porque define la dirección a largo plazo para la empresa. Algunos dueños de negocios tienen grandes visiones. Otros tienen los más modestos. De cualquier manera, la visión es el destino final que espera alcanzar. Con eso en su lugar, la planificación se convierte en un proceso de creación de los pasos de acción para alcanzar el destino deseado.
Evaluación de la posición actual
Durante el proceso de planificación anual, el propietario y el equipo de administración de una empresa identifican las fortalezas y debilidades de la empresa en comparación con los principales competidores. Buscan mitigar o eliminar las debilidades a lo largo del tiempo y aprovechar las fortalezas de la compañía. La planificación también requiere una evaluación de los principales problemas o desafíos que enfrenta la empresa, por ejemplo, cambios en la regulación gubernamental que afectarán las operaciones de la empresa. Luego se diseñan estrategias para minimizar los efectos negativos de estos problemas o desafíos.
Objetivos medibles y métricas
La fijación de objetivos es un elemento fundamental de la planificación. Sin metas medibles establecidas, es difícil ver si la compañía está progresando hacia el objetivo a largo plazo, la realización de la visión del propietario. Algunos objetivos son cuantificables, como el aumento porcentual en los ingresos para el próximo año. Otros son más cualitativos, pero aún son medibles. El objetivo de mejorar el servicio al cliente puede medirse por una disminución en las quejas de los clientes. Junto con los objetivos más grandes, también se incluyen en el plan los más pequeños llamados métricas. Estos muestran lo que se debe lograr para alcanzar los objetivos más grandes. El aumento en las ventas podría producirse porque el tráfico de clientes aumenta, o porque aumenta el monto promedio comprado por cliente. Las metas tanto para el tráfico del cliente como para la compra promedio también se establecen.
Basado en suposiciones de sonido
Cuanto más entienda el dueño de una pequeña empresa el entorno en el que opera la empresa, más realista será el plan. Los supuestos son modelos de cómo se verá el ambiente. Por ejemplo, la compañía usaría un supuesto sobre el crecimiento de la industria y la economía en general. Otra suposición sería sobre el número y las fortalezas de los competidores con los que se enfrentará la compañía en el próximo año. Si las suposiciones resultan ser incorrectas, la compañía probablemente no alcanzará sus metas de ganancias y beneficios planificados. Por ejemplo, la compañía podría estar planeando tener ventas récord para el próximo año, pero la entrada de dos nuevos competidores fuertes no se tuvo en cuenta cuando se establecieron los objetivos.
Ajustarse a los cambios en el medio ambiente
Es probable que los resultados reales varíen de lo que se había pronosticado porque el entorno comercial cambia durante el año. Puede ser difícil predecir cómo responderán los clientes a los productos o servicios de la compañía y sus estrategias de marketing. Durante el año, el propietario puede decidir ajustar las estrategias o incluso ajustar el pronóstico si los cambios en el entorno son significativos. Este principio fundamental es la flexibilidad. El plan está en continua evolución, no algo que se establece en piedra al final del proceso de planificación.