Ejemplos de semiótica en la publicidad
La semiótica se utiliza con frecuencia en la publicidad para indicar el mensaje de un anunciante mediante el uso de signos o símbolos. Un signo puede entenderse mejor como un significante, o un símbolo que significa otra cosa. En algunos casos, el signo puede ser una representación exacta de la cosa que se está significando, mientras que en otros casos, puede ser un símbolo asociado con ella.
Imágenes
Uno de los símbolos más utilizados en la publicidad es la imagen visual del producto que se vende. Por ejemplo, un restaurante que vende postres de lujo además de sus entradas principales puede sacar un anuncio publicitario colocado estratégicamente a dos o tres millas de distancia de la salida de la autopista donde se encuentra el restaurante. Poner algo tan simple como una imagen de un postre en el cartel puede ser suficiente para despertar la curiosidad o quizás el apetito del transeúnte. Algunas imágenes ni siquiera tienen que ser de lo que se promociona. En su lugar, un símbolo comúnmente asociado será suficiente. Por ejemplo, una imagen de una calavera y huesos cruzados junto a un paquete de cigarrillos podría usarse para anunciar la naturaleza dañina del consumo de cigarrillos.
Texto
El texto también se puede usar para servir como un símbolo en la publicidad de la misma manera que se usa una imagen. Con frecuencia, una palabra transmitirá un mensaje con la misma eficacia que una imagen completa. Por ejemplo, la palabra "comunista" puede aparecer en la pantalla durante un anuncio político diseñado para desacreditar las políticas u opiniones políticas de un oponente. En este caso, la palabra significaría un enfoque de inclinación hacia la izquierda, que también se puede simbolizar con palabras como "socialista". De manera similar, también se puede transmitir un mensaje positivo para respaldar a un candidato político, utilizando palabras como "valentía" o "conservador" para diferenciar al candidato de sus oponentes.
Sonar
Los símbolos no tienen que ser de naturaleza visual. También pueden ser audibles. La música, por ejemplo, es una especie de lenguaje universal que los anunciantes utilizan para transmitir el estado de ánimo de su mensaje. El contenido real de la música en sí también puede ser un símbolo para un producto o mensaje anunciado. Por ejemplo, un jingle pegadizo puede usarse para anunciar un lugar de negocios en particular en la radio. De vez en cuando, las palabras de la canción pueden incluir el número de teléfono de la empresa. El jingle está destinado a permanecer en la memoria de la audiencia objetivo y estar allí como un símbolo fácil de recordar cuando sea necesario.
Proceso
El uso de la semiótica en la publicidad es en muchos aspectos un proceso. El hecho de que un anunciante elija un lagarto para representar su negocio sirviendo como su logotipo y mascota no significa que cada vez que los consumidores vean un lagarto pensarán en esa compañía. En cambio, la semiótica emplea el uso de símbolos repetidos que eventualmente llegan a significar el producto. La efectividad del mensaje aún puede ser instantánea, pero la marca que se lleva a cabo mediante la introducción de tal símbolo generalmente demorará meses, si no años, en establecerse. Los anunciantes hacen esto, no solo a través de la repetición, sino también a través de la combinación de símbolos, juntando palabras, imágenes y música en una composición significativa y coherente.