Los efectos del castigo en el comportamiento de los empleados

El castigo a menudo tiene el efecto inmediato de corregir los malos hábitos de los empleados, pero también los efectos a largo plazo en el comportamiento del empleado generalmente superan el beneficio a corto plazo. Aunque castigar al empleado le muestra que el comportamiento no es aceptable, la forma en que se aplica el castigo podría afectar su comportamiento en el trabajo y podría dañar el negocio.

Hostilidad

El castigo no necesariamente conduce a una hostilidad abierta de parte de un empleado, pero puede actuar de manera que perjudique a la empresa en represalia por el castigo, especialmente si se usa con frecuencia. Un empleado castigado que está enojado puede frenar los objetivos de negocios haciendo la menor cantidad de trabajo necesario para mantener su trabajo o no señalar los problemas obvios con las instrucciones de la gerencia. Un empleador no verá el potencial de trabajo completo de un empleado que está enojado o frustrado por el castigo y ve a la gerencia como el enemigo.

Mayor ocultamiento y ansiedad

Un empleado castigado a veces recurre a ocultar el comportamiento ofensivo e incluso a ocultar otros comportamientos o conocimientos por temor a más castigos. La ansiedad debido al miedo daña su motivación, moral y, a veces, su capacidad para hacer su trabajo. Por ejemplo, un empleado que es castigado por retraso puede comenzar a esconderse o tratar de ocultar su llegada tardía, creando un comienzo de turno estresante y afectando su trabajo del día.

Inhibe el crecimiento

Un empleador no puede forzar ideas e innovaciones de los empleados, pero las conductas de trabajo positivas fomentan nuevas formas de pensamiento. Sin embargo, el castigo desalienta a los empleados y obstaculiza los esfuerzos para crear o mantener un ambiente de trabajo creativo. Un empleado que está sujeto a castigos a menudo no ve ninguna razón para ir más allá de los deberes rutinarios por varias razones personales, incluida la ira por la forma en que es tratado y la creencia de que sus contribuciones laborales no le importan al empleador ni a la gerencia. Es posible que no se centre en los objetivos de trabajo si está preocupado por evitar nuevas medidas disciplinarias.

Aislamiento

Los empleados que sienten una amenaza frecuente de castigo a menudo se separan en lugar de permanecer juntos para evitar destacarse y convertirse en un objetivo. El trabajo en equipo se vuelve inexistente, ya que los empleados se muestran reacios a ayudarse mutuamente y exponerse a la gerencia. Este aislamiento no solo daña la moral, sino que la producción y la creatividad en general sufren, y los problemas interpersonales pueden desarrollarse entre los empleados debido a la situación.

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