Cómo trabajar con empleados malolientes
Tratar con un empleado con olor corporal es uno de los trabajos más delicados que puede realizar un gerente. Es posible que el empleado no tenga idea de que huele mal y tener una conversación sobre el tema casi garantiza vergüenza para ambos. Debe tratar el problema con sensibilidad, pero no se puede evitar. Ya sea que esté ofendiendo a los clientes o molestando a sus compañeros de trabajo, a un empleado no se le puede permitir trabajar mientras ignora las reglas de higiene de la compañía.
Investiga la materia
Si no trabaja directamente con el empleado, es posible que no tenga conocimiento directo del problema. No confíe en la opinión de nadie sobre este tema delicado. Investigue usted mismo trabajando estrechamente con el empleado en cuestión durante un tiempo. Si le parece que hay un problema, tome medidas decisivas.
Haga una cita
Programe una cita con el empleado para el final del día. Tener una reunión sobre este tema durante la mitad del día puede hacer que ella pase el resto del turno pensando en ello, avergonzada. Déle la cortesía de que se le permita irse tan pronto como termine su reunión. Tendrá al menos una noche para considerar tus palabras y cómo actuará sobre ellas.
Mantener la actitud correcta
Mantener la emoción completamente fuera de la conversación. Indique que hay un problema y que necesita que lo corrija. Sea franco y serio, pero no ofensivo. Informe al empleado que existen muchas razones para el mal olor corporal, como bañarse con poca frecuencia, usar ropa demasiado larga entre el lavado y algunas afecciones médicas. Con calma, informe los hechos y hágale saber que esperará que él se ocupe del problema.
Mantener la reunión privada
La cortesía común dicta que usted no discuta la situación con otros empleados. Si preguntan sobre el problema, simplemente diga que tuvo una reunión sobre el tema y que se está tratando. Nadie tiene derecho a más información que esta.
Monitorear la situación
Algunos empleados pueden obtener la sugerencia de inmediato, mientras que otros pueden volver a caer en malos hábitos después de una mejora inicial. Verifíquelo regularmente para asegurarse de que está siguiendo buenas prácticas de higiene y que el problema no sea recurrente.
Tratar con razones de no higiene
Trate la situación de manera diferente si el empleado le confía que el problema se debe a un problema médico. No se le permite legalmente informar a otros empleados de esta situación; Si quiere que sus compañeros de trabajo lo sepan, él mismo tiene que informárselo. Si el problema se basa en una diferencia cultural, como los olores de diferentes alimentos, aconseje al personal en general que sea más tolerante y pídale al empleado que le ayude a educar al resto del personal sobre la causa de los olores.