Impuesto sobre la renta de tarifa plana
Cuando los políticos y los ciudadanos comunes discuten la política fiscal, a menudo surge el tema del impuesto fijo. Si bien instituir un impuesto fijo conllevaría una serie de beneficios potenciales, que incluyen simplificar en gran medida el código impositivo y facilitar el mantenimiento de registros, también existen algunas desventajas potenciales. La comprensión de esos inconvenientes proporciona una imagen más completa del debate sobre impuestos fijos.
Reducción de impuestos para los ricos
Si se implementara un impuesto fijo, cada contribuyente, independientemente de los ingresos, pagaría el mismo porcentaje de sus ingresos al gobierno federal. Esto es muy diferente del sistema actual de impuestos progresivos, donde los trabajadores que ganan ingresos más altos pagan un mayor porcentaje de sus ingresos que aquellos que ganan menos. Eso significa que es probable que los contribuyentes ricos vean una reducción en sus facturas impositivas totales, mientras que los contribuyentes de ingresos más bajos pueden ver un aumento.
Menos deducciones
Algunas propuestas de impuestos fijos eliminan las deducciones fiscales, incluidos los intereses hipotecarios y las donaciones caritativas, y otras dejan algunas deducciones en su lugar mientras restringen o eliminan gravemente otras. Algunas personas creen que la eliminación o restricción de las deducciones y deducciones fiscales podría reducir las donaciones caritativas y perjudicar el mercado de la vivienda.
Recibos de impuestos más bajos
Debido a que el sistema tributario actual ha estado vigente durante tanto tiempo, es difícil decir exactamente qué pasaría si se implementara un impuesto fijo. Una posibilidad es que, si bien el impuesto fijo simplificaría de hecho el código impositivo, también daría como resultado ingresos fiscales generales más bajos. Si eso ocurriera, el gobierno federal se quedaría con una opción entre una tasa más alta para el impuesto fijo o recortes severos en los programas federales.