Estructura funcional Organización Fortaleza y debilidad

Una estructura funcional es una de las estructuras organizativas más comunes. Bajo esta estructura, la organización agrupa a los empleados de acuerdo con un conjunto de funciones o tareas especializadas o similares. Si bien las estructuras funcionales funcionan bien en entornos estables donde las estrategias comerciales están menos inclinadas a los cambios o al dinamismo, el nivel de burocracia dificulta que las organizaciones respondan a los cambios en el mercado rápidamente.

Fuerza: Especialización

Cuando las empresas utilizan una estructura organizativa funcional, las personas con conocimientos y habilidades similares se agrupan. Esto hace posible que los empleados se conviertan en especialistas en su campo. Requiere un sistema de gestión del rendimiento que permita la promoción, el desarrollo y la visibilidad de las habilidades individuales dentro de su área funcional. La especialización que las estructuras funcionales mejoran ayuda a lograr un profundo conocimiento y desarrollo de habilidades entre los empleados, y esto puede ayudarlo a alcanzar los objetivos funcionales de su empresa.

Fuerza: Productividad.

La especialización conduce a eficiencias operativas y mejora los niveles de productividad. Debido a su experiencia, los trabajadores con habilidades especializadas pueden realizar tareas de manera rápida, eficiente y con más confianza, reduciendo así la ocurrencia de errores relacionados con el trabajo. Además, la naturaleza clara de la trayectoria profesional dentro de la unidad funcional hace posible que los empleados estén muy motivados para avanzar en sus carreras a medida que avanzan dentro de la jerarquía.

El objetivo principal de las estructuras funcionales en las organizaciones es reunir a todos los recursos humanos e informativos para alcanzar los objetivos de la organización. Esta puede ser una estructura ideal para pequeñas empresas que se centran en un producto o servicio porque puede maximizar el rendimiento al fomentar la cooperación entre pares en diferentes niveles de gestión a través de la supervisión y la coordinación.

Debilidad: Cuestiones de gestión

La comunicación en organizaciones con estructuras organizativas funcionales puede ser rígida debido a las formas estandarizadas de operación y al alto grado de formalización. Esto puede hacer que el proceso de toma de decisiones sea lento e inflexible. Dado que es más burocrático, las unidades funcionales a menudo no son responsables entre sí, y puede ocurrir una coordinación horizontal deficiente dentro de los departamentos.

La falta de innovación y los puntos de vista restringidos de los objetivos de la organización, junto con demasiada atención, pueden afectar la motivación de los empleados. A medida que su empresa crece y usted crea más unidades funcionales, el nivel de autonomía dentro de las unidades puede aumentar, lo que dificulta la coordinación eficiente de todas las unidades.

Debilidad: Coordinación de la unidad

Aunque las unidades funcionales a menudo se desempeñan con un alto nivel de eficiencia, su nivel de cooperación entre ellas a veces se ve comprometido. Estos grupos pueden tener dificultades para trabajar bien entre ellos, ya que pueden ser territoriales y no estar dispuestos a cooperar. La ocurrencia de luchas internas entre unidades puede causar retrasos, un compromiso reducido debido a intereses en conflicto y una pérdida de tiempo, lo que hace que los proyectos se atrasen. En última instancia, esto puede reducir los niveles de producción en general y el compromiso de los empleados de toda la empresa para cumplir los objetivos de la organización.

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