Responsabilidad ética en la contabilidad
A diferencia de otras posiciones de negocios generales en una empresa, los contadores están sujetos a las reglas de su organización y a los estándares profesionales de la industria contable. Los contadores tienen responsabilidades éticas con muchas partes diferentes, tanto internas como externas a la empresa. Comprender algunas de las responsabilidades éticas de los contadores puede ayudarlo a comprender qué información es adecuada para compartir con quienes trabajan en la función de finanzas de su empresa.
Clientela
Los contadores tienen acceso a información confidencial sobre sus clientes y los negocios de sus clientes. La divulgación de esta información a terceros no autorizados podría poner a los clientes en una desventaja competitiva. Los contadores están éticamente obligados a tratar la información del cliente como confidencial y abstenerse de la divulgación no autorizada. Los clientes y los contadores deben darse cuenta de que no existe un privilegio entre el contador y el cliente, tal como existe entre un abogado y un cliente, y es posible que se requiera que los contadores divulguen información comercial sobre un cliente por orden de una citación.
Accionistas
Los contadores que trabajan en la práctica pública tienen el deber ético de poder emitir objetivamente una opinión sobre los estados financieros de una empresa. Esto requiere que el contador sea independiente de la compañía bajo auditoría tanto en "hechos como en apariencia". De hecho, la independencia requiere que el contador no tenga ningún tipo de interés financiero en el cliente, e implica que el auditor es absolutamente capaz de realizar la auditoría sin ninguna actitud parcial. La independencia en apariencia se refiere a la observación de un forastero de la relación auditor-cliente. Ser independiente en apariencia requiere que un observador de terceros neutral no considere que la independencia se vea afectada.
Firma
Los contadores que trabajan en firmas de contabilidad pública tienen la obligación ética de realizar su trabajo con la debida diligencia, y de documentar y registrar únicamente el trabajo que realmente se ha completado. La documentación de los procedimientos de auditoría que no se han completado, conocido como "tilde fantasma", es éticamente errónea y puede poner en riesgo a un contador o la firma de contabilidad. Además, algunos auditores pueden sentirse presionados para cumplir con los presupuestos de tiempo al registrar menos horas de las que realmente trabajaron. Este fenómeno, llamado "tiempo para comer", está prohibido por casi todas las firmas de contabilidad principales. Los contadores deben recordar que esta práctica es equivalente a falsificar registros y es éticamente cuestionable, en el mejor de los casos.
Empresa
Los contadores que trabajan en negocios a menudo están sujetos a información de la que el resto de la compañía no tiene conocimiento. Por ejemplo, los contadores de nómina pueden tener información sobre salarios en diferentes departamentos, los contadores de ingresos pueden conocer nuevos productos antes que otros y los contadores de costos pueden tener información privilegiada sobre los márgenes de ganancia. En algunos casos, los contadores son algunos de los primeros en saber sobre posibles despidos. Los contadores deben recordar que están obligados por su propia ética y normas profesionales a no revelar esta información a nadie. Esta responsabilidad se extiende a la divulgación a individuos dentro de la empresa también.