Ejemplos de represalias del empleador

Los empleados que presentan una queja contra un empleador debido a prácticas poco éticas o incluso ilegales que pueden presenciar o experimentar en el lugar de trabajo, una práctica conocida como "denuncia de irregularidades", pueden ser objeto de represalias. En muchos casos, la legislación laboral protege a los empleados contra las represalias del empleador. Las represalias pueden ocurrir en una variedad de formas.

Reasignación

Después de un incidente de denuncia de irregularidades, un empleado puede verse repentinamente asignado a diferentes tareas o incluso trasladarse a una posición diferente. El nuevo rol a menudo implica deberes que están por debajo de las capacidades del empleado o incluso de naturaleza degradante. El supervisor puede hacer que el nuevo rol sea lo más difícil posible al criticar duramente los resultados o al implementar restricciones de tiempo no razonables para completar los proyectos. El supervisor también puede limitar el acceso a los recursos que el empleado necesita para completar sus tareas asignadas.

Bloqueo de avance

Las represalias pueden implicar impedir que un empleado avance dentro de la organización. El bloqueo puede tomar la forma de llevar a cabo una revisión del desempeño negativo, que se convierte en parte del registro de empleo permanente del empleado y también puede evitar que reciba un aumento de sueldo. Cuando el empleado solicita una nueva posición dentro de la organización, el supervisor también puede intentar bloquearlo proporcionando una recomendación negativa. El supervisor puede bloquear el avance seleccionando un candidato menos calificado para una promoción.

Hostilidad

Las represalias pueden tomar la forma de acciones hostiles tomadas por un supervisor. Los ejemplos comunes de acciones hostiles incluyen la intimidación al hacer amenazas verbales o visibles, involucrarse en el acoso sexual o la intimidación. La hostilidad generalmente implica una campaña de actividad continua que crea un entorno de trabajo difícil para el empleado, y el supervisor puede alentar a otros empleados a participar. El supervisor también puede tolerar en silencio las acciones hostiles tomadas por otros empleados al no reconocer su existencia.

Exclusión

Los empleadores pueden tomar represalias al excluir al empleado de las actividades normales, intentando crear una sensación de aislamiento. Un supervisor puede negarse a invitar al empleado a una reunión importante o una actividad social, como un almuerzo grupal o una salida. También puede excluir al empleado de las sesiones de capacitación que podrían mejorar el desempeño laboral del empleado o la oportunidad de ascenso. La exclusión puede ocurrir al reubicar a la empleada en un área donde ella tiene poco contacto con otros trabajadores.

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