Cómo escribir un análisis de inversores

La preparación de un análisis de inversionistas a menudo implica llevar a cabo la diligencia debida, el análisis de mercado, las proyecciones financieras y fiscales y la revisión general de la cartera. No existe una fórmula estándar para redactar un análisis de inversionista, pero una presentación profesional considerará múltiples aspectos relacionados con el inversionista y la oportunidad de inversión potencial, además de proporcionar detalles y revelaciones adecuados para que el usuario pueda confiar en la información del informe.

1.

Preguntar sobre los objetivos de inversión. Determine qué metas y expectativas tiene un inversionista con respecto a sus inversiones preguntando acerca de la tolerancia al riesgo, los requisitos de ingresos y el plazo de inversión.

2.

Determinar la idoneidad de la inversión propuesta para el inversor. Algunas inversiones no son adecuadas para algunos inversores. Si un inversionista no es sofisticado en asuntos financieros, es posible que no esté calificado para realizar una inversión compleja o arriesgada. Además, si un inversor se acerca a la edad de jubilación, puede que no sea prudente que se concentre demasiado en un tipo de inversión.

3.

Presente debida diligencia cualitativa. La investigación cualitativa puede incluir elementos como la demografía de un mercado inmobiliario local, los antecedentes profesionales de la administración o la identidad de competidores conocidos para un negocio. Este tipo de información de fondo puede agregar contexto y significado a los datos financieros sin procesar de una propuesta de inversión.

4.

Presentar proyecciones financieras y fiscales relativas al inversor. Dentro de lo razonable, y con el debido conservadurismo, prepare estimaciones de desempeño financiero para consideración de los inversionistas. Por lo general, incluyen medidas como el rendimiento esperado de la inversión, el período de recuperación, el índice de cobertura del servicio de la deuda, las tasas de crecimiento y los atributos impositivos potenciales, como deducciones o créditos.