Cómo formular un plan de gestión de riesgos de fraude

La gestión de riesgos de fraude se centra en el concepto de identificar, priorizar, monitorear y mitigar los riesgos que podrían amenazar la capacidad de una empresa para crear y proporcionar valor a los interesados. Al igual que la tolerancia al riesgo para los individuos, la administración de una organización tiene un "apetito por el riesgo" o un nivel de riesgo aceptable que no evitará que la empresa alcance sus objetivos estratégicos. COSO, el Comité de Organizaciones Patrocinadoras, proporciona un marco integrado para la gestión del riesgo empresarial.

Entorno interno y establecimiento de objetivos

Se debe desarrollar una comprensión sólida del entorno interno de la empresa. El propósito de este entendimiento es establecer el estado actual de la forma en que se ve el riesgo. La cultura organizacional más amplia tiene un componente de riesgo aceptado, al igual que los subgrupos dentro de la empresa. Explorar los valores éticos, la integridad y la filosofía de riesgo de la administración establece el escenario para identificar los objetivos. El establecimiento de objetivos como resultado de comprender el estado del entorno de riesgo actual en relación con el estado deseado permite a los miembros de la firma identificar eventos que pueden influir en el logro de los objetivos deseados.

Identificación de Eventos, Evaluación y Respuesta.

A medida que ocurren eventos externos e internos, deben identificarse y clasificarse como oportunidades o riesgos de fraude. La gerencia revisa las oportunidades para la inclusión en el establecimiento de objetivos o la planificación estratégica. Los riesgos se consideran con respecto a la probabilidad y el impacto, así como a la determinación de cómo pueden manejarse. El análisis de riesgos incluye impactos residuales e inherentes. Las respuestas a los riesgos serán seleccionadas por la gerencia. Las opciones incluyen aceptar, evitar, compartir o reducir el riesgo, y las opciones deben estar alineadas con las tolerancias de riesgo y el apetito establecidos.

Control, Información y Comunicación.

Las respuestas a los riesgos se ejecutan de manera efectiva según las políticas y los procedimientos establecidos e implementados a través del proceso de evaluación. A lo largo de este proceso, es crucial que la información adecuada se capture de manera confiable y se difunda en una forma práctica y útil dentro de un plazo que permita a los miembros del personal actuar en consecuencia. La comunicación debe estar ocurriendo en un formato de matriz que fluye hacia abajo, hacia arriba y hacia toda la compañía.

Vigilancia

El programa de gestión de riesgos de fraude debe ser monitoreado y revisado para proporcionar evidencia de efectividad, así como para respaldar los programas de mejora. Las actividades de gestión en curso, las auditorías externas y las certificaciones reglamentarias, cuando corresponda, logran este objetivo. Todos estos elementos de la implementación de un plan de gestión de riesgos están presentes en el modelo COSO y representan las mejores prácticas, integrando las unidades operativas de una empresa con los objetivos de gestión.

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