Derechos legales de los empleados y códigos de vestimenta
Los empleadores tienen derecho a establecer códigos de vestimenta. Sin embargo, para evitar posibles juicios, los códigos deben aplicarse de manera uniforme en todos los empleados dentro de la misma categoría, de acuerdo con la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo. Los códigos de vestimenta también deben permitir excepciones por religión o discapacidad. No deben imponer normas que puedan discriminar por motivos de raza o género, aunque sea de forma involuntaria, o someter a un empleado a un acoso.
Discreción del empleador
Los empleadores tienen gran discreción para implementar códigos de vestimenta cuidadosamente redactados que se basen en claras necesidades comerciales y se apliquen de manera consistente, de acuerdo con Personnel Policy Service, Inc. Los códigos de vestimenta suelen incluir reglas sobre lo que constituye un atuendo profesional en un lugar de trabajo, y pueden prohibir el atuendo que falla Para conocer una imagen específica, como tatuajes y camisetas con eslogan. A pesar de que pueden limitar la expresión personal en el lugar de trabajo, los códigos son legales siempre y cuando no violen las leyes estatales o federales sobre discriminación y acoso, según la agencia de reclutamiento del Reino Unido Cooper-Lomaz Recruitment.
Género
Los códigos de vestimenta pueden tener algunas reglas que se aplican a un solo género si estas variaciones están en línea con las normas sociales locales; por ejemplo, requieren que los hombres tengan el cabello corto y no tengan reglas similares para las mujeres. Sin embargo, los códigos no pueden suponer una carga mayor para un género frente a otro. Los códigos de vestimenta que requieren que los empleados usen ropa demasiado provocativa son problemáticos porque podrían llevar a la compañía a ser acusada de acoso, según el sitio web de información legal Nolo.
Raza y etnia
Si bien es poco probable que los empleadores discriminen intencionalmente a los empleados por motivos de raza o etnia en los códigos de vestimenta, a veces lo hacen sin intención. Un ejemplo es una prohibición de barbas que plantea desafíos debido a la pseudofoliculitis de la barba, una enfermedad de la piel que dificulta el afeitado y afecta solo a los hombres afroamericanos, según expertos en recursos humanos del Servicio de Políticas de Personal. Los códigos de vestimenta tampoco pueden discriminar contra una nacionalidad o grupo étnico; por ejemplo, prohibir el atuendo de las Indias Orientales, pero permitir otro atuendo casual sería discriminatorio, según la EEOC.
Religión y discapacidad
Los códigos de vestimenta también deben adaptarse a las creencias religiosas; por ejemplo, deben permitir barbas o cubiertas de cabeza para miembros de ciertos grupos, a menos que la adaptación suponga un riesgo de seguridad. De manera similar, si un empleado solicita una adaptación debido a una discapacidad, el empleador debe modificar el código de vestimenta o permitir una excepción, a menos que hacerlo resulte en una dificultad excesiva, según la EEOC. Nolo exhorta a los empleadores a considerar cuidadosamente cualquier solicitud para ajustar un código de vestimenta en función de las necesidades de un empleado y consultar a un abogado si no puede alcanzar un acuerdo adecuado por su cuenta.