Los efectos del estilo de liderazgo de un gerente
El estilo de liderazgo de un gerente crea el clima en el que trabajan los empleados e influye en la actitud y el desempeño de su equipo. Un gerente tendrá un estilo preferido, pero esto no será apropiado en cada situación. Para ser efectivos, los gerentes deben aprender a adaptar su estilo de liderazgo a las circunstancias y en respuesta a los empleados que administran. Esto se conoce como liderazgo situacional o de contingencia.
Estilos de liderazgo
El estilo de liderazgo de un gerente consiste en los rasgos y comportamientos que muestra cuando dirige y administra a los empleados. En 1939, Kurt Lewin, Ronald Lipitt y Ralph White identificaron tres estilos de liderazgo predominantes: autoritario, democrático y de laissez faire. A lo largo de los años, otros investigadores han desarrollado estas definiciones. En un artículo publicado en el "Harvard Business Review" en 2000, Daniel Goleman identificó seis estilos de liderazgo: coercitivo, autoritario, afiliado, democrático, marcando pautas y entrenando. Goleman comparó estos seis estilos de liderazgo con los clubes de golf, con gerentes capaces de elegir el estilo que mejor se adapte a la situación.
Coercitivo y Autoritativo
Los gerentes con un estilo de liderazgo coercitivo ejercen un control estricto sobre los empleados y confían en la amenaza de consecuencias negativas para garantizar el cumplimiento. Este estilo de gestión puede tener éxito en situaciones de crisis. Sin embargo, el liderazgo coercitivo no es efectivo a largo plazo porque puede crear una atmósfera negativa al desmotivar a empleados capaces y dañar la moral. Un gerente que emplea un estilo autoritario persuade a los empleados a realizar al promover su visión para la organización. Este estilo involucra a los empleados durante los períodos de cambio organizativo y da como resultado el entorno de trabajo más positivo. Sin embargo, los gerentes autorizados deben respetar las habilidades y la experiencia de sus empleados, de lo contrario pueden parecer dominantes.
Afiliativo y Demócrata
Un estilo de afiliación enfatiza las interacciones armoniosas y puede ser útil si un gerente necesita alentar a un grupo a trabajar juntos o curar divisiones en un equipo disfuncional. Sin embargo, no es efectivo si un gerente necesita lidiar con un desempeño inadecuado o situaciones de crisis que requieren una dirección y control claros. Los gerentes democráticos involucran a sus empleados en la toma de decisiones y los alientan a colaborar. Esto motiva a los empleados capaces porque los alienta a aplicar sus habilidades y experiencia. Es poco probable que un estilo democrático sea efectivo con empleados que carecen de competencia o que requieren una supervisión cercana.
Pacesetting y Coaching
Los gerentes que lideran con el ejemplo tienen un estilo de ajuste de ritmo, que puede funcionar bien cuando una organización tiene que adaptarse y moverse rápidamente. Los pacesetters establecen altos estándares y están preocupados por la delegación. Un creador de ritmo puede abrumar a su equipo con demandas de excelencia inalcanzable, lo que resulta en una caída de la moral. Un gerente que adopta un estilo de liderazgo de coaching ayuda a los empleados a identificar sus fortalezas y debilidades. Alienta a los empleados a establecer y alcanzar objetivos, brindándoles retroalimentación periódica para ayudarlos a mejorar su desempeño. Este estilo funciona bien con los empleados que reconocen las discrepancias en su desempeño y desean mejorar. Un enfoque de coaching no es efectivo en una crisis o con empleados que no reconocen que necesitan mejorar.