Cómo disciplinar a un empleado que siempre llega tarde

Toma el control del tiempo de la compañía

Los empleados que siempre llegan tarde pueden desprenderse de la productividad de una organización, así como tener un impacto negativo en la moral. La tardanza habitual puede disminuir la calidad, provocar relaciones de trabajo fracturadas con colegas y, posiblemente, incluso hacer que la empresa pierda clientes. Controlar la tardanza de un empleado es esencial para mantener las operaciones sin problemas.

¿Por qué importa la puntualidad?

Algunos miembros del personal pueden pensar: "Son solo unos minutos aquí y allá, ¿cuál es el problema?" Lo importante es el impacto que tienen sus retrasos en otros, incluyendo:

  • Haciendo una tapa de colega para ti.

  • No abrir a tiempo, irritando e incluso perdiendo clientes.

  • Le cuesta a la empresa dinero en términos de pérdida de productividad.

  • Creando animosidad con compañeros de trabajo que esencialmente están registrando más horas de las necesarias.

Si aún no tiene una política por escrito para los empleados con respecto a las llegadas tarde, coloque una y haga referencia durante la capacitación y orientación para nuevos empleados. La política debe indicar claramente el curso de la disciplina a la que estarán sujetos los empleados si violan las reglas.

Evaluación de la situación

Si bien algunos empleados tardíos pueden tener una mala actitud o habilidades de administración del tiempo, otros pueden tener circunstancias legítimas e incluso inevitables que contribuyen a que lleguen tarde. Considere los siguientes pasos al evaluar la situación:

  1. Comience a documentar la frecuencia con la que el empleado llega tarde y por cuánto.

  2. Una vez que es obvio que está surgiendo un patrón, establezca una reunión privada para discutir la situación.

  3. Muestre al empleado el registro y pídales una explicación de las tardanzas repetidas.

    Una vez que sepa qué hay detrás de lo avanzado, puede tomar medidas para corregir el problema.

El empleado sin excusa: algunos empleados están simplemente enojados por llegar a tiempo o apáticos a los problemas que crean para los demás. Si un miembro del personal no parece preocupado por su tardanza, explique el impacto negativo que su retraso en la ejecución crea para la compañía. Emitir una advertencia, según sus pautas, y documentar el intercambio en su registro de empleado. Si el problema persiste, avanza con tus pasos disciplinarios. Esto podría incluir el pago acoplado, la suspensión o incluso la terminación.

El empleado con problemas de administración del tiempo: si el empleado está arrepentido de los problemas causados ​​por su retraso, pero culpa a las habilidades de administración del tiempo, ofrezca ayudarla a superar su problema. Es un movimiento que potencialmente también la hará más eficiente en otras áreas de trabajo. Considere un programa de habilidades de administración del tiempo o la configuración de alarmas en dispositivos electrónicos. Después de su sesión de asesoramiento, el empleado debe cumplir con los mismos estándares de asistencia que todos los demás, o enfrentar medidas disciplinarias.

El empleado con una excusa legítima: si un empleado toma el autobús o el metro para ir al trabajo, tiene que dejar a sus hijos en la escuela o tiene otra excusa razonable para llegar tarde, intente trabajar con él. Esto podría incluir alterar las horas de trabajo para adaptarse a las necesidades específicas de la programación, y evitar abrir y cerrar horarios que puedan incomodar a otros o frustrar a los clientes. Una vez que tenga algo viable en su lugar, mantenga al personal con los mismos estándares de responsabilidad que todos los demás.

Este enfoque múltiple para hablar sobre las llegadas tarde, hacer ajustes razonables y luego responsabilizar a los empleados puede ayudarlo a crear una operación que funcione sin problemas.

Entradas Populares