Los efectos de los vendedores agresivos y los jefes
Mientras que el jefe a menudo trata directamente con los empleados de una empresa, los vendedores a menudo tratan directamente con los proveedores o clientes finales. Los vendedores agresivos y los jefes a menudo tienen efectos negativos porque ser agresivo para realizar una venta o realizar un trabajo dentro de un marco de tiempo dado a menudo se asocia con hacer la cantidad máxima de dinero. Desde el punto de vista del cliente, los vendedores agresivos a menudo ponen la necesidad de dinero de la compañía por encima de la experiencia del cliente.
Conflicto de clientes
Algunas personas no tienen miedo de hablar cuando se enfrentan a un representante de ventas agresivo. Esta confrontación puede tener efectos negativos, especialmente si el representante agresivo está trabajando en una tienda donde otros clientes están comprando. Los clientes serán abiertos sobre el enfoque agresivo y lo interpretarán como grosero e ignorante a las necesidades de los clientes. En lugar de centrarse en las necesidades y deseos del cliente, el enfoque se centra en realizar una venta para pagos de comisiones más altos.
Perdiendo dinero
Tener representantes de ventas agresivos puede ser realmente costoso para el negocio debido a la pérdida de ventas. Un cliente que se sienta presionado a hacer una compra puede dejar a la empresa a favor de un competidor. Además, ese cliente potencial puede correr la voz sobre el vendedor agresivo y arruinar varias oportunidades de venta futuras para el negocio. Un solo representante de ventas agresivo puede afectar la reputación de la empresa y costarle a la empresa varios clientes que pagan.
Aumento de conflictos
Trabajar en un entorno con un jefe agresivo puede aumentar los conflictos y la hostilidad. Los empleados pueden comenzar a disgustar a su jefe y perder el interés en las tareas en cuestión cuando son emitidas por el jefe. Además, un jefe agresivo puede dividir la oficina, especialmente si algunas personas encuentran motivado el comportamiento agresivo, mientras que a otros les resulta distraído y poco profesional. Si los empleados comienzan a ponerse uno contra el otro y dejan de cooperar en el lugar de trabajo, se pierde la noción de trabajo en equipo.
Falta de eficiencia
Los empleados también pueden perder interés en el trabajo, en la empresa y en el equipo de la oficina general con un jefe agresivo. Esto puede afectar la motivación de los empleados para completar las tareas a la mano, resultando en una oficina improductiva. Una falta de eficiencia significa una falta de dinero, lo que significa que un jefe agresivo puede ser una desventaja para la compañía en general.