¿Cómo afecta la política fiscal a una empresa?
La política fiscal se refiere a las prácticas de gasto e impuestos del gobierno e impacta esencialmente a cada individuo y empresa en la nación. La política fiscal influye en el costo de los préstamos, el tamaño de su factura de impuestos, la cantidad de dinero que el consumidor promedio puede pagar y, en consecuencia, su balance final. Por lo tanto, la política fiscal y sus implicaciones son cruciales para que cualquier pequeña empresa lo entienda.
Responsabilidad fiscal
Al igual que los individuos, los gobiernos pueden ser ahorrativos o extravagantes. La cantidad de dinero que un gobierno elige recibir a través de los impuestos y qué parte de este ingreso que gasta tiene un impacto directo en la actividad económica. Se dice que la política del gobierno es estricta si gasta menos de lo que recibe. Esto generalmente se hace para pagar la deuda asumida durante los años anteriores. Sin embargo, si el gobierno gasta más de lo que recauda en impuestos, su política fiscal es expansiva. Dicha política puede ser el resultado de un plan deliberado para acelerar la actividad económica o el gobierno puede simplemente ser incapaz de equilibrar sus libros.
Políticas Expansionarias
Como regla general, cuanto más gasta el gobierno, mejor es el propietario de la empresa. Más gasto gubernamental significa más empleos gubernamentales, lo que se traduce en más gasto de los consumidores. Una gran parte del gasto del gobierno pasa a través de contratistas independientes para cosas como la construcción de carreteras, puentes, etc. Estos contratistas y sus empleados también son consumidores de diversos bienes y servicios, lo que se suma a la demanda. Especialmente si un gasto gubernamental más alto se combina con impuestos corporativos más bajos, como parte de una política fiscal expansiva agresiva, las pequeñas empresas disfrutarán de mayores ventas mientras pagan menos a la autoridad fiscal, lo que resulta en excelentes ganancias netas.
Políticas estrictas
La política fiscal estricta exige menos gastos y más impuestos, los cuales llegan a la conclusión de la pequeña empresa. Para gastar menos, los gobiernos suelen despedir a los trabajadores o al menos congelar la contratación de nuevos empleados. Los contratos se reducen, mientras que algunos proyectos que no son muy críticos se ponen en espera o se cancelan. Todos estos factores dan como resultado que se inyecte menos dinero al sistema y que los consumidores y las empresas gasten menos. El resultado neto es una menor demanda de bienes y servicios y menores ventas. Si el gobierno también aumenta los impuestos, el efecto en las pequeñas empresas puede ser devastador.
Efectos a largo plazo
Si bien una política expansiva puede ser una buena noticia en el corto plazo, mantener esa política durante demasiado tiempo puede ser contraproducente. Si el gobierno gasta más de lo que recibe, debe pedir prestado para equilibrar sus libros. Cuando el endeudamiento del gobierno se vuelve excesivo, las tasas de interés tienden a subir. Después de todo, los inversionistas prefieren prestar al gobierno que a las corporaciones, ya que el gobierno puede, en el peor de los casos, imprimir dinero para pagar su deuda. Para atraer a los inversores, las empresas pequeñas y grandes deben ofrecer tasas de interés más altas. El mayor costo de los préstamos puede reducir la inversión y la contratación de las empresas, reduciendo así la actividad económica.