Cinco signos de una buena organización

En una organización saludable, los empleados y supervisores tienen los mismos objetivos, y todos disfrutan de un sentimiento de inclusión y participación. Idealmente, los gerentes en una organización bien dirigida escuchan las ideas expuestas por los subordinados. Al prestar atención a los signos de una cultura organizacional superior, una organización puede mantenerse en el camino y cumplir su misión.

Énfasis en el propósito

Una buena organización tiene un propósito claramente definido y cultiva la actitud de que el propósito es más importante que el proceso. Eso significa que los supervisores se mantienen enfocados en la eficacia de los empleados en el desempeño de su trabajo, no solo si siguieron o no el procedimiento a la carta. A veces eso significa que la calidad del trabajo supera a la cantidad. No es la cantidad de llamadas telefónicas que realiza el trabajador o la cantidad de páginas que contiene su informe, sino el éxito de las llamadas y la eficacia del informe.

Empleados felices

Otro signo de una buena organización es la felicidad o el cumplimiento de los empleados y la ausencia de miedo. Los empleados satisfechos están más dispuestos a "ir más allá" para la organización al quedarse tarde y colaborar sin que se lo pidan. La organización se beneficia con un mayor rendimiento y competitividad.

Estilo de liderazgo efectivo

Hay una serie de estilos de liderazgo que funcionan, así como algunos que no lo hacen. El líder autoritario que ejerce el poder sobre los subordinados solo por su causa socava el sistema. Los líderes eficaces pueden crear un equipo y alentar a los empleados a unir sus talentos y encontrar soluciones creativas. Los supervisores pueden actuar como entrenadores al permitir que los empleados trabajen por su cuenta pero estar disponibles para ayudar en caso de que surja una situación difícil.

Adaptabilidad

Para competir de manera efectiva, las organizaciones deben ser adaptables a un entorno cambiante. La organización debe ser capaz de aprovechar una oportunidad y enfrentar problemas inesperados. Esto significa que la precedencia no se valora por encima de la flexibilidad: no es suficiente hacer algo porque siempre se hizo de esa manera.

Realismo

Otra señal de una buena organización es que es realista. Una organización exitosa es capaz de analizar datos y hacer ajustes en consecuencia, en lugar de dar un informe brillante cuando los tiempos son difíciles. Enfrentar las dificultades con soluciones realistas y no seguir los movimientos sin ninguna sustancia puede condenar al fracaso a una organización. La realidad es más importante que la forma.

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